31.10.13

Free as a liverbird

El único club del que me gusta formar parte es el Liverpool. Al resto (ideologías, corrientes, religiones, doctrinas, posiciones políticas) nomás entro a charlar y tomarme una cerveza para luego escabullirme en silencio antes de que alguien intente hacerme miembro o venderme una póliza de seguros.

Me ayudaste mucho en su momento, Buda/Krishna/Lao Tsé, y me quedo con algunas de vuestras enseñanzas, pero tengo que irme. Porque no soy ni quiero ser como ustedes. Porque no soy de aquí ni de ningún lado. Porque no sé muy bien a dónde voy pero sé que tengo que seguir caminando. Y sobre todo porque soy libre y le soy fiel a mis vísceras.

La fascinación ante el misterio y la aceptación del misterio. La capacidad negativa. La magia del mundo. El mundo, en general. La verdad. Salir no a pintar las estrellas como Van Gogh, pero sí a mirarlas. Y nada más.

Porque ya es lo único que se siente real.

2 comentarios:

  1. Sé que esto lleva aquí mucho tiempo pero todavía no sé qué comentar sobre él. Me gusta leerlo de vez en cuando, me gusta venir y leer un poquito tu blog, es como un rincón escondido donde el tiempo se para y se pueden mirar las cosas sin prisa. Y en silencio.
    Gracias por seguir aquí y por seguir escribiendo para que los demás podamos leerte. No te vayas nunca, por favor.
    Besos.

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    1. Leer los comentarios de personas como tú es una de las razones por las cuales sigo aquí. Me hace sentir una conexión que no siento tan frecuentemente como quisiera, y que considero una de las mejores sensaciones en la vida. Tú tampoco te vayas, ni dejes de escribir ni de sentir. Me gusta escuchar tu silencio.

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