25.3.18

Cof, cof, cof

Siempre hay un señor en el público que tose. Solía creer que era siempre el mismo señor en todos los teatros. Que a eso se dedicaba: a recorrer cada teatro del mundo solo para toser. Quizá le pagan. Quizá una función no puede empezar sin ese señor que tose, me decía. Pero ahora que lo pienso es una idea un tanto descabellada. Lo más probable es que haya una asociación secreta de señores que tosen y que a cada obra teatral le sea asignado un señor diferente. Imagino que en dicha asociación reciben capacitación para toser con naturalidad y son evaluados en base a su desempeño. No me extrañaría que también hubiera una asociación secreta de bebés que lloran. O una asociación secreta de Adrianas que se emocionan.

6.3.18

Entre semana

Lo triste de tener insomnio el viernes o el sábado es que el resto del mundo no está durmiendo. Se está divirtiendo allá afuera. Está riendo y bailando y besando. Y qué bueno. Te da gusto por ellos. Pero tu vigilia ya no tiene sentido.

No eres más un faro, no eres la única habitación con la luz encendida, no eres el guardián que cuida que los sueños de los demás.

El insomnio entre semana es el único que vale la pena. Porque es el único en el que hay silencio. Porque es el único en el que tenemos la sensación de que el mundo existe solo para nosotros.

Taxis

Un lugar cambia mucho en muy poco tiempo. Me sentía orgullosa de conocer todos los bares y cafés del centro. Orgullosa de tener recuerdos en cada uno de esos sitios, de saber de memoria el corazón de un pedazo de tierra en este gran mundo. Pero me fui unos meses. Y al regresar, ya no era el mismo centro, ni era la misma yo. Y me perdí. No supe cómo caminar de regreso a casa. Era como si mi brújula hidrocálida se hubiera averiado. Tuve que tomar un taxi. Un taxi rojo. Todavía son rojos los taxis.

Luego me reencontré con un viejo amigo que tampoco nació aquí y que también se irá. Nos iremos de aquí. Se siente raro saber que Aguascalientes seguirá cambiando en nuestra ausencia, que cambiaremos nosotros y también cambiará nuestra amistad. Y quién sabe, tal vez cuando regresemos para recordar, o para hablar con los fantasmas, o para buscar algo que perdimos y extrañamos, los taxis, los taxis ya no serán rojos.

31.1.18

Un plato de sopa caliente en un mundo frío

Amo la sopa porque es rica, porque es divertida, porque sazona las lágrimas, porque me recuerda a mi madre. Me hace sentir que todo va a estar bien. Es muy agradable sentir su vapor en el rostro y su caldo bajando por la garganta. Juguetear con la pasta, las verduras o los trozos de carne. Sorber el plato cuando nadie me está viendo. Y al final usar la cuchara como espejo. Porque ese es el único reflejo que importa.

26.1.18

IV

AZUL

Veo el mar mediterráneo
sentada en la orilla de ti.

Sentado en la orilla de mí,
¿ves algo?



CAÍDAS

A veces como
                  plumas,
a veces como
                 pájaros muertos.

Las palabras caen del cielo.



ÁRBOL INVERTIDO

Mi madre no ha nacido todavía.
Mi padre aún no emerge de la tierra.
Mis abuelos ni siquiera se han separado 
de las estrellas.
Pero yo siempre tuve canas.



SUFÍ

Tomé una roca cualquiera.
La llamé piedra preciosa.
Y la arrojé al agua.