Es toda una experiencia encontrar y leer cosas que escribiste hace mucho tiempo y habías olvidado por completo. Sorpresa, sonrisas, la curiosa sensación de extrañarse a uno mismo, al de antes, que tal vez es en esencia el mismo que ahora, pero quién sabe. Esculcando en mis cajones en busca del cuadernito en el que escribí una contraseña que no puedo recordar (¡oh, memoria de caballero!), encontré unas notas que escribí sobre mi abuelo José hace alrededor de un par de años. La idea era recopilar la mayor cantidad de datos posible para escribir un libro sobre él. Me enterneció muchísimo leer estas notas, que copiaré a continuación.
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José
El libro se va a llamar "José".
José rezaba en latín porque estuvo un año en el seminario.
José gustaba de la bebida y la parranda.
José me regaló mi primer libro de cuentos.
José leía mucho.
José fue un excelente estudiante y ganó un diploma tras otro.
José fue maestro de Historia en la Escuela Superior de Guerra.
José estaba interesado en la historia de Rusia e Inglaterra, especialmente.
José escribió en la portada de un libro que no le gustó: "Ni vale la pena leerlo".
José tocaba la guitarra y cantaba como Pedro Infante. Sus compañeros le pagaban por llevarle serenata a sus novias.
José le cortó la cola de caballo al novio de mi tía Coco.
José metió a la peluquería a un hippie.
José cenaba calabazas con leche.
José, antes de lamer un plato, decía: "Esto no se hace".
José sufrió mucho en el Colegio Militar. Lo golpeaban y le hicieron morder una lagartija.
José gustaba del Colegio Militar, de cualquier modo.
José nos daba barras Mr. Big a mi hermano y a mí los domingos.
José se carcajeaba mucho y muy fuerte.
José quedó huérfano desde muy niño.
José le escribía poemas a su mamá.
José tuvo una vida muy dura pero salió adelante y sacó adelante a los demás.
José envejeció.
José se enfermó.
José perdió sus piernas.
José viajaba en su imaginación.
José era el papá de mi papá.
José era mi abuelo.
Extraño a José.
Mi abuelo es Ignacio, Don Nacho para los cuates. Es octogenario y aún lúcido, pero veo cómo envejece y lucha contra la senilidad. Temo mucho por el día, que inevitablemente llegará, que ya no esté conmigo. Soy muy afortunada de verlo cargar a mi hija.
ResponderEliminarBesos Pelo, nieta de José.
Saludos a Don Nacho. Qué alegría para él, para ti y para tu hija. No cualquiera conoce a su bisabuelo o su bisnieto. Muchos besos.
EliminarYo también tengo un abuelo llamado José, aunque para mí siempre ha sido mi abuelo Pepe. Ahora está perdiendo la memoria y el otro día me cantó una canción que le enseñaron en el colegio de pequeño.
ResponderEliminarMuchos besos.
Él está perdiendo la memoria pero tú la estás guardando. Qué lindo recuerdo. Apuesto a que Pepe está muy orgulloso de su nieta :)
EliminarUy, a mí también me gusta mucho encontrarme textillos olvidados, las notas para posibles creaciones son de mis favoritas. Qué bellas tus notas Pelo, qué bello tu abuelo.
ResponderEliminarQué bello tú, Rubito. Siempre.
EliminarIt took my heart and broke it in two.
ResponderEliminarOne piece will always be mine, the other will always be yours.
I <3 you.
EliminarYo no conocí a ninguno de mis abuelos, me hubiera gustado que alguien escribiera unas notas así de bonitas sobre ellos para poder conocerlos
ResponderEliminarQué lindo ver nuevas y lindas caras por aquí :)
EliminarMi hermanito se llama José en honor a mi abuelo y nunca lo conoció. Le enseñaré estas notas algún día.
Mi abuelo también se llamaba José. Extraño apachurrarle la panza y la sensación de su bigote haciendome cosquillas cuando nos despediamos :(
ResponderEliminarGracias por los recuerdos Pelo.
Qué bonitos los abuelos y qué bonitos los nietos que los extrañan. Abrazo, Héctor.
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