También me pasan cosas buenas

El ballet ruso Mari El vuelve a mi tierra, ahora con Romeo y Julieta. Mismos protagonistas. Los reconocí al instante cuando vi la fotografía del cartel publicitario. Mi tía me dijo: "¡Qué capacidad de retención tienes! ¡Recuerdas el nombre del ballet y los rostros de los bailarines! Eres muy inteligente." Nada de inteligente. Lo que pasa es que adoro esos espectáculos y me enamoré de uno de los tipos, como mencioné en este post.

¡Qué mierda de post, por cierto! Se parece mucho a un escueto: "Hoy vi a un chico guapo. En otras noticias, tengo hambre." No le hace justicia para nada ni a él ni a lo que sentí. Hice varios intentos por retratarlo, por escribir algo decente, pero fui incapaz. Supongo que todavía no estoy lista para convertir en palabras algo tan maravilloso, o acaso es algo que solo puede expresarse con poesía.

Y es que estos encantamientos de película no son algo que me ocurra con frecuencia. Quizá hay gente a la que le pasa todo el tiempo (lo que me parece triste, porque lo hace menos especial), no lo sé, no es mi caso. Sí, me gustan y me han gustado montones de chicos, algunos a primera vista, otros con el paso del tiempo, también me he enamorado y he sentido This is hardcore en todo el cuerpo, pero esto... esto. Es verdad que algunas personas pueden hacer que el tiempo se detenga, como en Big Fish. Yo lo he vivido cuatro veces en veintidós años y recuerdo muy bien cada una de ellas. Dos pasaron demasiado rápido: un chico en el metro, otro afuera de Plaza Moliere. Nunca los conocí ni los volví a ver. Otro fue mi novio. Y él.

Imagínate ver a alguien que te encanta de esa manera en el escenario de un teatro con música hermosa que has amado toda tu vida haciendo algo sublime. Sí, ya sé que no puedes imaginarlo, pero imagínalo. Yo no podía creer que no fuera la estrella o el rey del mundo. Era como ver la más fuerte de las luces sin lastimarte los ojos. Algo así.

¿Cuántas probabilidades hay de que la persona por la que sientes eso sienta lo mismo o al menos esté interesada? Pocas, pero las hay. Y no es este el caso.  Me pasó una vez, ojalá me volviera a pasar. ¿Y de que después de conocerse y empezar una relación, esta funcione y además dure toda la vida? Aun menos, muchísimas menos, pero también las hay. Supongo. Ahí tienes a Paul y Linda McCartney. Y a... bueno, Paul y Linda McCartney son ejemplo suficiente. 

Creo que los hombres la tienen más fácil en ese sentido porque pueden hacer toda clase de locuras y atrevimientos como el cine. El chico del metro, por ejemplo, claramente no se interesó por mí, creo que ni siquiera me vio, no reparó ni por un segundo en mi triste existencia. Si hubiera sido al revés, si yo hubiera sido el chico y él la chica, tal vez le hubiera hablado, habría dado la vuelta corriendo para encontrármela "casualmente", chocar con ella, mirarla a los ojos, decirle algo e invitarle a un café... ¡Bah, bah! ¡Patrañas! No hubiera hecho eso. La habría visto irse para siempre como hice con ese chico. Como pasa en la vida real. Como en ese relato de Salinger.

And that's why I never wrote a boy-meets-girl story...

Como sea, por mí está bien. Sé que no me casaré con ese bailarín, no caminaremos tomados de las manos por las calles de San Petesburgo, ni tendremos hijos, para no ir más lejos ni siquiera intercambiaremos una palabra, pero volver a verlo ya sería una especie de milagro. Eso me hace feliz.

¿Y sí no viene? ¿Y si fue el único bailarín secundario al que no escogieron? ¿Y sí nunca regresa? Bueno, el show me emociona por sí mismo. Estaré bien. Me queda la felicidad de la Carling Cup.