Hoy, 12 de septiembre de 2012, gracias a quienes nunca dejaron de luchar por la justicia y la dignidad de los fallecidos (familiares, sobrevivientes, scousers, supporters y personas ajenas al equipo y a la ciudad que se unieron a la causa) la verdad ha sido expuesta. No es que eso cambie el pasado. No es que eso sea suficiente. Pero es el primer paso para la justicia y, con ello, el primer paso para que gente que ha sufrido por tanto tiempo pueda por fin encontrar la paz.
Es un poco difícil escribir sobre esto. Creo que hace falta talento y más tiempo para escribir algo a la altura, pero quería escribir algo hoy. Quería hacer esta mención. Sé que no soy nadie para hacerlo. Tampoco es que quiera dármela de aficionada número uno del LFC ni nada de eso. A decir verdad soy una hincha relativamente nueva, nunca he estado en Anfield y no sé mucho de fútbol, pero el Liverpool es importante para mí. Y esas 96 personas también lo son. Creo que cada una de ellas forma parte del corazón del club tanto como el equipo, o el Liverbird, o el You'll never walk alone, o Bill Shankly, o Kenny Dalglish. Siempre lo harán. Y admiro y respeto mucho el hecho de que se siga luchando en su memoria.
No hace falta ser aficionado al fútbol para sentirse conmovido por lo que pasó. Es un pedazo de historia triste no solo para el deporte o para Inglaterra, sino para todo ser humano que lo conozca. Las disculpas no enmiendan los errores. Nada aliviará el dolor. Pero hoy se logró algo. Hoy hay una luz.
"En nombre de nuestro país y de este Gobierno, lo siento profundamente. Hoy el informe está redactado en papel. Los supporters del Liverpool no fueron los culpables de la tragedia. Las familias jamás conocieron la verdad y nunca recibieron justicia."
David Cameron
